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Contiene iodo, que beneficia el funcionamiento del cerebro, del sistema nervioso y de las glándulas endócrinas. Por ello consumir repollo previene males como el de Alzheimer.
También aporta vitamina E, que es beneficiosa para la piel, la vista y el pelo.
Otros componentes del repollo, y que son útiles para el funcionamiento integral de nuestro organismo, son el calcio, el magnesio y el potasio.
El repollo ayuda a combatir várices y venas varicosas, úlceras, constipación, dolores de cabeza, sobrepeso, problemas de la piel, eccemas, ictericia, escorbuto, reumatismo, artritis, gota, trastornos de la vista, enfermedades cardíacas y el envejecimiento general.
Además, es un excelente vegetal para desintoxicarte.