Nuestro planeta está calentándose más rápidamente que nunca en los últimos 10 mil años. Los gases que provocan este "efecto invernadero" son varios, y ellos han alcanzado un nivel que no tiene precedentes en nuestra atmósfera. Los primeros impactos ya son visibles: el aumento de inundaciones en algunas zonas del mundo y de sequías en otras, el aumento del nivel del mar, la expansión de enfermedades como el dengue y la retracción de los glaciares son evidencias de que ningún país está libre de los efectos del cambio climático. Por eso, urge que se reduzcan las emisiones del principal gas que está causando este problema: el dióxido de carbono (CO2).