Nuevas manifestaciones generadas por el estrés
La mujer llegó a la unidad coronaria con dolor de pecho y un diagnóstico de infarto. A los 51 años, atravesaba una crisis de estrés, y era este mismo trastorno el que los médicos identificaban como la causa del evento coronario. Pero al someterla a estudios exploratorios en busca de la arteria obstruida causante del infarto, los cardiólogos encontraron para su sorpresa que no había ninguna arteria obstruida.
Estaban frente a una variedad no descripta hasta ese momento de una afección cardiaca llamada enfermedad de Tako-Tsubo en el que, víctima del estrés, parte del corazón no se contrae al bombear sangre, lo que hace que la persona experimente el dolor característico del infarto.
"La enfermedad de Tako-Tsubo, llamada también cardiopatía inducida por estrés, fue descripta por médicos japoneses que observaron que pacientes con síntomas de infarto y cuyo electrocardiograma sugería un infarto, en realidad no tenían arterias obstruidas sino que el extremo del corazón se deformaba tomando la forma de un balón", explicó a
Tako-Tsubo es una palabra japonesa que denomina a unos canastos que se usan para pescar pulpos, cuya forma asemeja la del corazón de quienes padecen esta afección-, en la que el "embalonamiento" del corazón no se produce en su extremo, sino en el medio del ventrículo.
La descripción del caso fue publicada recientemente en la revista International Journal of Cardiology.
El caso relatado por los científicos integra una de las tantas manifestaciones o reacciones que nuestro cuerpo utiliza para defenderse del ataque que le produce el estrés excesivo y constante.
Como cambiar esto? En primer lugar con una actitud diferente, tomar conciencia que esto afecta de manera progresiva, silenciosa y que cuando los síntomas nos llaman la atención, a veces ya es tarde.
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Colaboración de Edgardo Caramella
Presidente de
