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Jardín de Ejercicios

Yoga - Como Meditar

28/01/2010
Yoga - Como Meditar
La postura ha de ser cómoda, ya que centrar la mente se hace más difícil si hay molestia o dolor.

Sobre uno o más almohadones duros (no sirven los blandos, pero una manta plegada y enrollada puede servirnos transitoriamente) colocados sobre moqueta, una manta o cualquier superficie suave se sienta uno en la postura del cuarto de loto (pie derecho sobre pantorrilla izquierda) de forma que las rodillas se apoyen firmemente en el suelo.

La columna vertebral recta, la pelvis hacia adelante, la cabeza alta con la nariz levemente hacia abajo .Todo esto es muy importante ya que facilita la circulación del chi o energía
vital a través de la espalda, optimizando así todas las funciones vitales.(Esta cuestión será ampliamente tratada en el apartado El Yoga Integral )

La mano izquierda sobre la derecha y los pulgares tocándose, todo reposando sobre el regazo.

Los hombros han de estar relajados y "caídos" ( los codos mas hacia las costillas que en el dibujo, también esta bien).

Los ojos cerrados y la lengua contra el paladar, con el rostro distendido.

Hemos de sentirnos sólidamente sentados...como una montaña, plantados aquí y ahora, en la eternidad.

LA RESPIRACIÓN

Respiramos siempre por la nariz!.

La respiración en esta técnica no es espontánea sino voluntaria, lo que nos obliga a controlar el ritmo respiratorio y esto "ata" la mente al "poste" de la respiración.

Esto nos facilita el controlar la mente ya que es mucho mas fácil advertir que esta se ha descentrado cuando percibimos el cambio en el ritmo respiratorio, (que se hará mas corto y se acelerará) porque como dicen los tibetanos la mente es el jinete y la respiración el caballo, y como vaya el uno ira el otro.

La inspiración ha de ser a "velocidad normal" aunque más profunda que la espontánea, y luego ex- piramos silenciosamente de un modo algo mas lento en la expiración "espontánea".

CONCENTRANDO LA MENTE

Meditación 4-8-8

Inspiramos profundamente mientras contamos hasta 4, (aprox. 4 segundos), retenemos contando hasta 8, (aprox. 8 segundos) y exhalamos contando hasta 8, (aprox. 8 segundos).

Esta técnica puede mejorarse gradualmente con un 6-12-12 como evolución de la práctica 4-8-8 y finalmente podemos hacer 8-16-16 (esta última solo la haremos cuando dominemos las anteriores y seamos dhyana yoguis avanzados).

Existe también otra forma de concentración muy efectiva que consiste en concentrar la atención en el tan- tien, también llamado punto hará y que es un punto ubicado tres dedos y medio debajo del ombligo justo detrás de la piel.

Mientras estamos sentados en la postura correcta y contamos controlando la respiración podemos visualizar un punto de luz pequeño pero muy brillante, como un sol en el punto hará, lo visualizamos y lo sentimos focalizando en el nuestra atención.

Las técnicas respiratorias pueden efectuarse como técnicas únicas o combinarse con la concentración en el Hara, quedando esta decisión en manos del practicante, que haría bien en probar las diferentes posibilidades y decidir por si mismo.

Pero tras enunciar lo que se debe hacer (la respiración y la postura), y lo que se puede hacer (concentrarse en el punto hará), debemos decir lo que no se puede hacer:

Tan importante como todo esto es el no emitir juicios, con lo cual quedan descartados el bien y el mal, el deseo o el rechazo, el ¿será así? o ¿no será así?, el "que lindo es esto" y el "esto no es para mi", etc., siempre ignorando las preferencias y sin espíritu de beneficio (esto es muy importante y la única actitud verdaderamente correcta) abandonando toda expectativa de beneficio y en completa aceptación.

Este espacio
interior de contemplación serena, en perfecta aceptación, es Eso.

Ante los pensamientos solo volvemos a la técnica, sin juzgarlos ni rechazarlos. Estrictamente hablando, podemos sentirnos satisfechos y nuestra meditación será efectiva conque solo consigamos volver a la técnica cada vez que nos sorprendamos pensando. Este esfuerzo no es tan grande
y sus resultados vendrán indefectiblemente si lo practicamos, aunque alguna vez creamos que nuestra meditación ha sido mala porque nuestra mente se ha movido mucho.

Cuando recién nos sentamos puede que los pensamientos sean muy poderosos, pero a medida que permanezcamos sentados practicando la técnica, nuestra mente al igual que la ciudad se ira calmando, y cuando consigamos un relativo silencio de los pensamientos y las distracciones en beneficio d e una mejor concentración, experimentaremos un bienestar y una calma diferentes a todo lo conocido hasta entonces, aunque el bienestar durante la meditación no es el fin último de la misma y sus beneficios mas importantes, inclasificables aunque evidentes, llegaran por si mismos a su debido tiempo.

Sin embargo, como decíamos al principio, con la mente calma o con la mente agitada la meditación es siempre beneficiosa, y por lo tanto si nos distraemos frecuentemente hemos de evitar juzgar lo que esta pasando mientras nos ocupamos de volver incansablemente a la técnica y nunca de "pelearnos" con los pensamientos, ya que el solo no pensar no es el verdadero el fin de la meditación.

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